lunes, 10 de diciembre de 2012

Maritxell De Vidiella Valls

Maritxell De Vidiella Valls

Cristina Úbeda Fabra

Cristina Úbeda Fabra

Iván Fernández Requena

Iván Fernández Requena

Ana María Martínez Barruz

Ana María Martínez Barruz

Ariadna Timoneda Afrasinei

Ariadna Timoneda Afrasinei

Judit Estradé Andreu

Judit Estradé Andreu

Laia González Roig

Laia González Roig

Roxana Rojo Sanabria

Roxana Rojo Sanabria

jueves, 29 de noviembre de 2012

Cristina Palm

Cristina Palm 1991

Meritxell Ordóñez

Meritxell Ordóñez 1990

Yolanda Ramos

Yolanda Ramos1993

Andrea Fontbona

Andrea Fontbona 1994

Jana Cevey

Jana Cevey 1986

Carmen García

Carmen García 1974

Gisela Castell

Gisela Castell 1994

Anna Castell

Anna Castell 1992

jueves, 22 de noviembre de 2012

Roxana Rojo y Elena Gómez

Roxana Rojo y Elena Gómez

Elisabeht Grau Rosell

Elisabeht Grau Rosell 1978

Julia Abelló López

Julia Abelló López 1993

Delta Gaugen Persei

Delta Gaugen Persei 1991

Marta Brosa Gallera

Marta Brosa Gallera 1994

Aida Balañá Magriñá


Aida  Balañá Magriñá 1992

Yasmina Curto Gas.

Yasmina Curto Gas. 1993

Javier Bueno Fonseca

Francisco Javier Bueno Fonseca 1986

martes, 29 de mayo de 2012

Patrip patrap



Patrip patrap, camino,
sento cada granet de sorra acariciant els meus dits,

patrip patrap, avanço,
la immensa serena mar ja és a prop,
patrip patrap, accepto,
tot i que em costa acceptar el que no és innat,

patrip patrap, crido,
amb un pinzell li recordo a la meva mà que encara puc,

patrip patrap, lluito,
o el que per mi és el mateix, visc,

patrip patrap, m’agrada caminar,
ja puc sentir el perfum de la sal,

patrip patrap, m’agrada estimar,
m’estimo la vida que no sabia que tenia,

patrip patrap, ploro,
em bec les llàgrimes de mar que em cauen galta avall,

patrip patrap, intel·lectualitzo la por,
i apareixen cames de la meva gent, no estic sol,

patrip patrap, jo sempre caminaré,
tinc cames i cap i cor,

xip xap, l’aigua és freda,
m’agrada el seu tacte exquisit i sensual,

patatxap, em sento bé en la ingravidesa,
lliscant entre alguers i peixos...

Xavier Trobat 2012

martes, 1 de mayo de 2012

Relicario ADN.2012


La dama de la peineta de espliego: Para la generación Índigo. 2012

Relicario ADN.2012
Preámbulo
En un cilindro he guardado la memoria biológica de los mejores ejemplares de la generación índigo. Lo he hecho con especial atención; ¡se lo merecen por santos! He puesto más cuidado que el que usualmente pongo en estas cosas, se trata de reliquias de un tiempo libertino y de unos seres que respiran limpios pero caminan como templos mancillados. Para tal asunto he realizado un estuche hermético de cobre y estaño, es como un relicario que ha de guardar la valiosa información de una serie de jóvenes que están destinados a levantar el espejo virtual del futuro. ¡O lo levantan o todo se va al carajo!
En la recogida de muestras todo ha trascurrido con normalidad, ellos tienen sentido del humor, son generosos, guapos, sanos, y están abiertos a participar en todos los “disparates” que les propongo. Confieso que he tenido mucha suerte con mis alumnos; ¡mañana serán la luz de mis ojos! Bueno, no todo tan normal, alguna risita ladina, algún comentario jocoso, pero nada destacable excepto alguien que dijo de forma explícita:
-¡Quina marranada!-
Los tengo incrédulos pero confiados: tras explicarles la idea han colaborado en la petición que les he hecho. Casi todos han intervenido en una fiesta de la incredulidad y la esperanza, pero lo han hecho más por mi petición que por su convicción cosa que les agradeceré siempre. Quizá el gesto que han realizado sea el inicio de un precepto mesiánico y estas palabras puedan formar la base del fermento de un nuevo paradigma. Ellos serán los “mensajeros” de un orden que empieza a dibujarse aquí.
¡Mirad con atención y después me comentáis! Tomad buena nota sobre que cosas pongo en consideración de reliquias y, aún más, como las presento. Por el momento son invisible a los ojos pero, eso sí, las dejo palpitando como calimbas en el alma de un tubo de cobre. Lo hago con mayor convicción que el que expone su retrato en el paraninfo de una idea hermosa. Lo relato con mayor confianza que aquel que exhibe su obra con gran aparato de medios y alabanzas... Todo esto lo comento para dejar testimonio del asunto y contar con vuestra futura aprobación y complicidad.
¡La obra merece ser recordada…!
 Depositando una pestaña. 2013

El relicario
Relicario ADN.2012 es la urna donde dejo oculta la información genética de una generación que, según las profecías, está destinada a salvar el mundo. Los índigo, o los niños cristal, también llamados los NINIS, los del 15 M, (los de la ceja) y también… la “generación perdida” Lo que es por nombres no hay que preocuparse, tienen un montón. Se digan como se quiera decir, hoy por hoy son los que son y por tanto la única esperanza. Puedo constatar por el color de mi pelo que son el futuro sin remisión alguna. Personalmente en ellos encomiendo mi seguridad y de su eficacia y generosidad nacerán los placenteros días de la vejez.
En el Relicario ADN.2012,  los índigo han dejado caer saliva, uñas, pelos, trozos de piel, lágrimas, pestañas, un diente y hasta el himen disecado de una virgen. ¡No se alteren por favor…! Eso me dijo en privado con el rostro de macarena y casi llorando. Lo perdió en el hechizo de una noche de amor sin límites y tuvo la serenidad y el cuidado de guardarlo.
¡Personas así necesitamos como archiveros!
La confesión
En la confesión me enteré de pormenores sin límites; ella me los narró con infinidad de detalles, matices sorprendentes que por rubor y falta de espacio no puedo relatar aquí. Entre otras cosas me llegó a decir que aquello era el testimonio del amor de su vida y que él le había hecho promesas de fidelidad eterna. Así descargó su corazón sobre mis maltrechos nervios, ya casi exhaustos por los acontecimientos que se precipitan sobre mi persona cada día . Sólo me faltan estas cosas para terminar senil y babeante como la mayoría de tutores que conozco. No obstante la dureza de la prueba y lo intrigado de la confesión, no fue un sacrificio doloroso por mi parte: escuche con atención y aprendí la ración de día con los bordes desmedidos. Por el momento las neuronas me funcionan bien y, que yo sepa, saben escuchar con atención.
En toda la cháchara, que fue larga, no dije ni mu… solo hice esta pregunta;
¿Cuánto duró la relación?
A lo que ella contestó con toda normalidad y con los ojos más sosegados. Creo que moduló con intención un rictus orgulloso, fue tan ligero que no podría describirlo aquí sin hacer un esfuerzo narrativo…
-¡Cuatro horas, veinte minutos y unos segundos!-
Me objetó en seco, con una mirada franca.
Así son las cosas ahora. Por el relato atendido, este es el tiempo que dura una promesa de amor “eterna”.
Sea pues así en la narración; ¡breve! Para mi tranquilidad de conciencia, sólo ella y yo somos conocedores de como aquel pellejo sanguinolento ha llegado a convertirse en reliquia; por mi parte, su nombre se mantendrá en el más absoluto anonimato. La persona en cuestión puede estar segura, su confianza vendrá conmigo a la tumba igual que vendrán mis ojos.
Todos sabéis que me atraen las claves del misterio; ¡soy escultor de lo oculto y custodio del secreto! Dicho esto paso a los pormenores…
Lo traía envuelto en un pañuelo de seda con sus iniciales bordadas y los ribetes festoneados. Como flores marchitas estaba estampado con leves manchitas de sangre, eso cautivó mi curiosidad hasta extremos indecibles. Había que acercarlo a los ojos para verlo y examinarlo con atención. En el hoyito del centro de la mano se mostraba marchito, ¡era diminuto! Para que tengáis una idea y la imagen se pueda formar clara en la mente, añadiré algún detalle sin excederme. Era marroncito, con tonos mortecinos, más pequeño que una chufa y retorcidito como una larva. Ella me comentó que para poderlo recoger tubo que hacer uso de una pinzas para las cejas. Para mi entendimiento fue una información innecesaria, como también lo fue la imagen que describió a continuación, pero ella insistió y solicitó continuar; lo quiso explicar con todos los pormenores. Relató y medio representó la postura en el lecho, la inclinación de la cabeza retorcida entre las corvas, los ricos y variados olores, los colores flameantes del vestido y el encuadre escrupuloso de la entrepierna, la manera de meter las pinzas y estirar del pellejito, etc.

Guardar fibras del pelo. 2013



La obra
No deseo entrar en descripciones más afinadas; ¡son de infarto! No obstante me veo obligado a dejarlo aquí anotado por si alguien tiene la necesidad de repetir el proceso y también, por dejar un documento con rigor científico, una descripción sucinta de cómo se han obtenido las muestras. 
La obra: Relicario ADN.2012 no tiene la connotación de las reliquias de antaño; ¡salta a la vista! Antes el relicario exponía lujurioso la falange, la tibia o el cráneo de un santo, un trocito de la vera cruz o los ojos de Santa Lucía. Era un objeto de adoración y naturalmente el reclamo para los peregrinos y penitentes. Ahora todo queda oculto por motivos estratégicos, en la obra no hay nada que ver y además, hoy nadie presta atención a las “cuestiones estéticas”. En este caso se trata de una obra invisible, de momento oculta, pero en el futuro, no muy lejano, se exhibirá en los suntuosos salones de un museo. La obra tiene la pinta de ganarse este lugar con holgura si los criterios museísticos “son los que han de ser”. Decía que ahora el relicario es la reserva de material biológico y punto; ¡queda pues aclarada la diferencia! Algo pragmático y funcional, en realidad es un banco de garantía para perpetuar la especie. Dicen que nuestra información genética es una réplica exacta de lo que somos, si no es así, ya podemos revisarlo todo; Parque jurásico será una entelequia, un embeleco para engañarnos como lo han hecho siempre; ¡en fin, una gran mentira...!
Sin hacer espavientos innecesarios, también quiero hacer constar la variedad de fragmentos diminutos del cuerpo que llevan nuestra información completa; ¡es inacabable! Lo más conmovedor es el valor simbólico de la información: cómo me gustaría poder disponer de una válvula mitral de un corazón enamorado.
El ADN es el encuentro de la materia inerte con la vida, de hecho es la gran revelación de nuestro tiempo, el retrato hiperreal de lo que somos y de lo que hemos sido, todo ahí plegadito, encadenado y memorizando los pormenores más íntimos. Pero aquí no voy a tratar el tema de cómo funcionan las reservas del saber, los misterios de la inteligencia biológica, sólo quiero dejar constancia de cómo funciona la mente humana, ese es el nudo del relato y el cuchillo de mis intenciones.
Depositando muestras, Relicario ADN.2012. Foto, Marcel Cabrera Salvat. 2012

La cultura
Deduzco de estos pequeños detalles y contratiempos, los que presenta Relicario ADN.2012, que la cultura está construida con retales y disparates sin límites, pedacitos cosidos con los hilos del delirio. Me miro a mi mismo, me escucho y no me canso de asombrarme… Hablo del himen disecado de la primeriza. Tiene tela pasar por estos lugares y no caer de hinojos, llorar de asombro o ponerse las manos en la cabeza y exclamar; ¡santo dios! Por ejemplo podría hablar del espumarajo que dejó caer Jéssica; ¡es una acción que también se las trae! La saliva es un flujo corporal que tiene infinidad de usos, presentar el tema en toda su amplitud merece una tesis doctoral; ¡tiene suficiente entidad como para ser tratada por un doctorando! Pero nada, ahora los futuros doctores están entretenidos en bagatelas y en impenetrables tratados que morirán en anaqueles interminables, bodegas de palabras mudas que no serán leídas nunca… bueno, ¡quizá el director de tesis!
No obstante su valor epistemológico y la carencia de saber que nos es negada, siento profundamente no poder tratar aquí el tema; quizá algún día trataré el valor de la saliva. Como no puede ser y no viene a cuento intentarlo, vamos por el primero; el himen marchito.
La membrana
Por su tamaño e importancia en la vida, aquella “bolita” enjuta carecía de interés estético pero dejaba al descubierto el altísimo valor moral, simbólico y ético que encierra. Hace falta destacar el sentir exagerado que algunos le dan a ese tilde reseco. En el gran teatro del mundo hay culturas que matan a las mujeres por ello, familias que se rompen, parejas que se deshacen, amores que se frustran, herencias que se queman e imperios que entran en guerras de cien años y llegan a exterminarse.
¡Otra tesis pendiente! Se tendría que hacer un estudio antropológico centrado en esa cagarruta ahora abandonada en un estuche de cobre. En esta historia ha sido el despojo de la fidelidad de cuatro horas, veinte minutos y unos segundos. Antes era el telón del mundo, el velo sagrado que matiza la entrada de la ventana del asombro, y sobre todo, el gran misterio de la concepción de la virgen…
No quiero dar más pistas, sería alargar el relato innecesariamente. La diminuta cecina era parte de una mujer con temple, agraciada, enjuta de palabras y limpia de ideas. Está bien formada y tiene el rostro delicado y hermoso, los pechos inhiestos y bien trabados, la espalda erguida, la mirada franca y las formas sensuales atadas a la cintura. Con la información biológica de este nivel podemos caminar seguros y esperanzados, son la reserva genética ideal para los tiempos que vivimos. Es de tal calibre la herencia que pienso que debemos tener plena confianza en el devenir. Vete a saber si en el futuro no muy lejano tendremos que recurrir a ella; ¡para entonces será la salvación de la humanidad…!
En el Relicario ADN. 2012, protejo la memoria biológica de los ojos indiscretos; espero que seáis “prudentes”. Vuestra avaricia y curiosidad puede hundirnos a todos en la miseria y por inconscientes podéis dejarnos abocados al límite del exterminio.
Los índigo son hoy la esperanza; ¡quizá aún no está todo perdido!
                                                                                                           
Gregorio Bermejo 18-4-2012

domingo, 1 de abril de 2012

La que tiene luz en las manos.


Susurros en un agujero. Montse Ras, 2011

Sin preámbulo…
Conocí a Lucía en una red social, ahora son las ventanas del mundo, los espacios de libertad; ¡no creo que duren  mucho! En ellas, todos los seres son equidistantes: es el intercambio de valores, palabras e información el que hace que la relación sea posible, fructífera y amable.
Le envié a Lucía el texto de Xavier Trobat sobre La ciudad del humo, quería saber su opinión antes de publicarlo. Ella es joven y tiene la mente equipada. Tiene 26 años y las personas de su edad no suelen estar muy implicadas en las humaredas humanas.

Lucía, la que tiene luz en las manos.


¿Dónde queda la ciudad del humo?

Pregunto a un maxilar de perro… (En este caso a Lucía)
En el valle del silencio, ya no queda ni un alma a quién preguntar; ¡sólo quedan desechos, inercias contaminadas!

-Soy consciente del mundo en que me ha tocado vivir; ¡me siento una privilegiada…!
He vivido y vivo naufragando en sus miserias y en las mías, desbordada de silencios e inmersa en humo envenenado. He avivado discursos en los que solo alimentaba mi propio ego y donde el sentimiento de seguridad evidenciaba mis miedos y mi debilidad. He intentado encontrar algún faro que me acercase a tierra firme; sin darme cuenta observe que allí quedaban ahogados los latidos del mundo, también los de mi propio destino. Entre rocas quedaban varadas mis ilusiones, eran rocas terminales donde acababan calladas y sofocadas.
Desde niña escuche aquello de que hay que tocar fondo para coger impulso y la vida me ha enseñado que para construir algo nuevo debes preparar el terreno; ¡demoler para volver a empezar! Es tiempo de destrucción, -dices,-  porque solo si cae lo caduco, se elimina lo podrido y entonces es posible volver a construir. Crear una realidad diferente; ¡renacer es fantástico!-

Tu eres latina y conoces rituales sincréticos, la santería, la macumba..., ¿es el mundo de los usureros, el de la ciudad del humo, o el mágico de la niñez el que te seduce? Son los tambores misteriosos de María Kinga los que nos llevan a renacer. ¿Es en la percusión del pecho, en su redoblar, donde nace el pálpito de una nueva era?

-Cuando niña sentí la seducción de la magia, los tambores comenzaron a sonar en mi mente. Muchas veces los había escuchado y había preguntado a “mami” que era aquello.-¡Es Santería, supercherías que no has de tener en cuenta, son tabú!-
Me dijo…  Entonces yo me sentía protegida detrás del muro de casa. No obstante los tambores no cesaban de sonar y los cantos en lenguas extrañas iban incrementando su tempo y su tono. Mientras tanto, mi espíritu se iba acelerando con su cadencia.
Un día “mami” no estaba en casa y mi acelerado corazón y yo subimos a la batea, atisbamos por encima del muro mientras me sujetaba a los barrotes; recibí una llamada súbita en los ojos y entonces el miedo desapareció.-

¿Crees que siempre es el muro el que nos protege del miedo, el que nos separa y protege del mal?

-A mi entender el miedo es nuestro peor enemigo y el arma que durante mucho tiempo han estado usando para mantenernos silenciados. El miedo nos encadena, quedamos inertes ante una realidad impuesta. Incluso han alimentado la desconfianza entre nosotros… ¿Qué mejor modo de mantener controlado a un pueblo que haciéndonos cómplices de su propio control?-

¿Cómo podemos superar los miedos, vivir la vida si estar encadenado a una influencia invisible, a una fuerza que coacciona?

-A veces es mejor lanzarse y atravesar el bosque oscuro, saturarnos de terror en el combate hasta que  el miedo desaparece. Volver a poseernos en el valor de lo poquito que nos queda, entonces nuestra respiración se acelera y volvemos a sentirnos vivos. Siempre es preferible luchar a quedarnos inertes, sintiendo como la tierra nos va cubriendo lentamente, como los sopores nos van aletargando mientras dejamos de respirar.-

Tu eres joven, te sientes animada como para saltar el muro sin protección, ¡sin alas ni parapente!

-El trasiego de la vida nos enseña. Nos cuesta mucho entender que todo es breve y en ocasiones nunca asimilamos su tránsito. Los últimos años de mi vida han estado llenos de aprendizajes y siento que de alguna manera han ido paralelos a los acontecimientos de nuestro mundo. Solo cuando no se tiene nada que perder uno es capaz de pasar por encima del miedo y alzar la voz; ¡saltar! Sólo cuando te sientes al borde de la muerte eres capaz de hacer un último intento y saltar.-

¿Crees que aún palpita la simiente de la rebeldía, es ésta semilla el huevo eterno que anida en el corazón del mundo?

-Los movimientos que se están dando en el planeta, en nuestro propio país, nos abre los ojos a una nueva realidad, nos devuelve un atisbo de esperanza. Sobre todo los jóvenes, parece que empezamos a despertar del letargo. Aquellos que aún tenemos un corazón rebelde, un jardín en los ojos. Aún disponemos de un lugar para sembrar utopías. Tenemos sueños en los pies aunque solo sirvan para seguir andando; ¡queremos ver nacer totas las auroras posibles!
Siempre en marcha hacia un objetivo, ¡nada claro! Quizá dando palos de ciego y desplazando los patrones viejos, obsoletos. Las corruptelas humanas deben desaparecer, transformarse en días distintos para volver a aprender un lenguaje nuevo. Los jóvenes siempre parten de buenas intenciones, sueños que muchas veces se achican en el trayecto, no obstante, ponerse en camino es ya un síntoma de esperanza.
Es tiempo de cambio, de trasmutación consciente, de deseos y valores renovados, es el tiempo en que el humo purificador ha de abrir paso a la luz…-

¿Necesitas volver a nacer, mirar con ojos asombrados? Debes pensar que es otra de mis locuras, pero insisto; ¿necesitas estar llena de confianza?
Personalmente estoy al final del trayecto, pero esa energía me mantiene vivo, tu en cambio eres joven y tienes el perfume de la aurora en los ojos.

-No, mi cuerpo es joven pero mi mente es vieja. Necesito volver a nacer, volver a asomarme al mundo con un corazón distinto. Sentir la luz con ojos de niña, disfrutar de una mirada abierta al asombro. También aceptar la noche y atravesar el miedo, dejar atrás la oscuridad y esperar el nuevo día. Nacer con él, sentirme encubada en su mano como el huevo de oro. Iluminarme para dejar atrás el cansancio y transmutarlo por nuevas energías. Necesito volver a nacer de un vientre de tierra, deseo ser una partícula de luz, solicito ser una simiente alada.-

¿Cómo piensas hacerlo?  Te pregunto un poco incrédulo. Pienso que tu ya eres el huevo de oro, tu tienes el sabor de la vida en los labios y tus pies son ágiles, preparados para cruzar todas las trochas del mundo.

-No lo sé, pero debo seguir caminando.-

Lucía, te animo a ser valiente, a vadear todos los ríos, a hacer los viajes más asombrosos, a dejar un testimonio de tu estancia entre nosotros; es lo menos que puedes hacer como acto de agradecimiento.
-Deseo asomarme a la vida con ojos de niña, abrir las ventanas y el corazón para que se llenen de asombro. Colmarme de la luz del alba y respirar profundamente el aliento de la vida. Tener el valor de estallar en los campos como las amapolas. Aunque nuestra existencia sea efímera y pueda parecer prescindible, deseo volver a sentir el cuerpo para volver a sentir el alma.-
Lucía, ahora veo fenecer la ciudad del humo. Los montes se están repoblando, los ríos bajan claros, los manantiales son frescos, los huertos limpios y los valles verdean otra vez como lo hicieron siempre.
-Deseo abandonar el anonimato, el aislamiento de las ciudades y la distancia para mirarnos en los ojos con limpieza, así poder reconocernos y recuperar la confianza. Cambiar el letargo por pasión, salir a los caminos y respirar la vida más allá del humo, más allá de las chimeneas de nuestras ciudades y de nuestros mentes. Debemos recuperar los recuerdos frondosos y los olores del alma, sentir el olor de la vida recién nacida, percibir el olor del pan horneado, la tierra húmeda, la hierba fértil...-

En ti confío, tu eres Lucía, la que tiene los ojos en las manos y el sacrificio de su ceguera se deviene en guía.
¡Es tiempo de crear, no de destrucción!
Es la hora del renacimiento consciente, hay que brotar de simientes de luz y ser matrices para nuevos amaneceres. Tal vez solo sea una quimera, una mera utopía, pero es una metáfora ejemplar que nos ayuda a despertar del letargo y nos pone firmes en el camino.

-Soy consciente del mundo en que me ha tocado vivir y me siento privilegiada al verlo; porqué, tal vez, en este instante, lo sienta moribundo; ¡está tocando fondo!
Quizá con valentía podamos encontrar la manera de impulsarnos sobre sus restos y asomarnos a un nuevo despertar.-

Postdata: Este relato es la síntesis de un intercambio de comunicados en una red social.

viernes, 30 de marzo de 2012

Xavier Trobat


Xavier Trobat Escanellas 1978
Humo
¿Dónde queda la ciudad del humo?  
Pregunto a un maxilar de perro… 
En el valle del silencio, ya no quedan almas a quién preguntar; ¡sólo quedan desechos, inercias contaminadas!
-No me acuerdo…-
Contesta: seguidamente hace una reflexión enmudecida y me deja atónito. 
-En la cima de los limbos duerme la ciudad del amor galante; es una lisonja en los labios y también el fermento de las flores venéreas. Un poco más a la derecha se encuentra la del color de azafrán y el perfume de hierbabuena, y al fondo, la de los sueños cumplidos y las pasiones calmadas. A la izquierda queda la que va ceñida con versos nobles y engalanada con miniaturas orientales, son obras diminutas, requiebros íntegros para los ojos. Sus cielos son una maravilla, siempre están vestidos de primavera y animados con canciones de mirlo. 
Ahora que pienso: ya sé dónde puede estar…
En el valle de vuestros abuelos ha quedado la de los mostrencos: la del odio, la peste y los ácidos ponzoñosos en las albercas. En este momento es terminal, es la ciudad del rencor, la hediondez política, la que ampara a los codiciosos y expulsa a los obreros. Por doquier luce como nunca las sospechas permanentes. Sentimos sin pensarlo cómo ventean los humos por los arrabales. Cómo sus pretensiones de justicieros saturan las avenidas y cómo sus razones llenan de ínfulas a los ignorantes. Hasta las campanas están roncas, rajadas de imposturas, injurias, agravios, humillaciones, menoscabos, desprecios y vejaciones…-
Bajo la cabeza y marcho en silencio… ¿de qué perro pudo ser la mandíbula?
Hay mucho para escoger en el panorama donde vivimos, pero entre todas las opciones X optó por el hollín y el fuego depurador... ¡era un presagio escrito entre los nubarrones del cielo!
Ante la voz oracular de las toberas, la restitución posible o el abandono, optó por la humareda… ¡quiso mostrar el aliento envenenado de estos cielos mortecinos!
Entre las diversas maneras de ver la nueva geografía, existe pues la más evidente y etérea, “La ciudad del humo”, propuesta sin bordes ni límites expresivos que muestra Xavier Trobat en la Sala Kese.
Se trata de un retrato simbólico de nuestro tiempo, un palimpsesto vaporoso en el cual podemos encontrarnos todos, transparentes pero bien impresos. La verdad sea dicha,  ¡estamos cargados de malos humos hasta los huesos!
La muestra es una mueca maliciosa que instiga y a la vez nos denuncia; ¡nadie se escapa de su tupida red! El que quiera sentirse fuera del dedo acusador es que tiene mucho que ocultar. No vale aquello de -¡y tú más!-. Menos aún las justificaciones de progre penitente, la víctima eterna de todos los verdugos…! Ya no vale salirse del juego perverso y hacer juicios sin compromiso en la ventanita de Facebook.
Al entrar sentimos que en ella dormimos contrahechos y al salir despertamos falseados; nada queda igual después de ver las evidencias. Constatamos que gastamos humos parecidos y todos los responsables cubren tonos macilentos. Para vestirnos de dignidad y simular lo que no somos (sin inculparnos nunca), construimos discursos falseados. ¡Vaya!, como este que presento aquí en el cual quedo inmaculado; camino sobre el fango sin ensuciarme las plumas...
Qué podemos hacer para despejar la mente y volver a tener los pies firmes sobre el suelo.
¿Dónde quedó la piedra de los prodigios?
¡No ves, ¡amor!, que nos está devorando el tedio!
Para enmendarme pregunto otra vez. Lo hago a una semilla de mijo que pende de una ventana. Ahora es el lugar de la carcoma, el óxido y el abandono, y antaño fue macetero de geranios, lecho perfumado donde se hicieron perdurables promesas de amor…
-Camináis sin gravedad, disueltos y esponjosos, y eso os delata en cada gesto que hacéis, os envolvéis en máscaras ilusorias y a la vez quedáis más y más desnudos. En cada paso que dais os despeñáis en el pozo de las vanidades. No hay solución a tanta pequeñez espiritual; ¡tenéis que empezar de nuevo, y para ello han de abrasarse vuestros humos hasta los cimientos! No tenéis solución ya que estáis añorando el fracaso, queréis finiquitarlo todo y buscáis la derrota como solución… 
Os digo con voz clara, con los espasmos de la tierra.
¡Es tiempo de destrucción…!
En este valle teñido de añil, antaño jardín de avellanos y oliveras, hoy podéis contemplar cómo la mayor intervención estética y moral, la que proporciona entidad al lugar, es una flama que ilumina los campos y preside las comarcas como un Dios amenazador. Su influencia os ha contagiado el corazón y colmado de inmodestia; el  hedonismo, las pretensiones, los deseos de poder y la pedantería son el producto de ese “falus llameante”. Sus soflamas se hacen humo perverso: semen maligno que se encarna en las hembras, crece en los no natos y se expande en el pensamiento como la mala hierba. El más noble entre los puros está contaminado de su jadeo mefítico. Los símbolos de esperanza han caído en la ciudad y los que se yerguen de nuevo están vacíos, endémicos y débiles de contenidos; esos humos que se elevan como banderas son hoy las emanaciones que mejor os representan… -


Piedad junto al foso de las pasiones. 2012 
La ciudad
La ciudad es el lecho cultural de la humanidad, durante siglos hemos trabajado en esta dirección. Decían que era para liberarnos de la “esclavitud” de la naturaleza. En ella nos hemos convertido para siempre en seres dispersos entre callejuelas, huidizos y temerosos. Almas solitarias hechizadas por el rugido de los motores y el jadeo de las calderas. Parece ser que la polis es el lugar de encuentro y el espacio de la formulación del ser, pero la metrópolis humeante es también la caja de la codicia, la celda de la soledad y el vertedero del abandono…
En ella nos encontramos mimetizados con el bullicio y la insignificancia. Después del éxodo de la naturaleza parecía que era el edén esperado, el desarrollo final del sueño; por el contrario, ya no vemos lo evidente: ¡estamos quemando el aliento de los campos y emponzoñando la tierra…!

Necesito ayuda y pregunto… Esta vez lo hago a un diván suntuoso, resto de un animal abandonado y abierto en canal por un cuchillo. ¡Sin duda tuvo tiempos mejores…!

¿Es el humo el rostro de la ciudad del mal?

La ciudad del bien y del mal son la misma y en ella habéis dispuesto todas las esperanzas; ¡es un abismo fatal y lo sabéis muy bien! Prueba de ello es que os preguntáis sin cesar:
  • -Cómo podemos continuar de esta manera y seguir vociferando como lobos marinos…
  • ¿Alguna vez escuchamos algún murmullo que no sea el de nuestra propia voz trenzada en un bucle eterno?-


Y en vuestros delirios encontráis también la respuesta…
  • -¡No! No tenemos oídos para nadie, sólo estamos atentos a nuestra vocecita de capones; somos caudillos diminutos sentados en el trono de los sueños…
  • ¡No! El poder es el fin y estar en él lo justifica todo…-


Este es el valle de los monólogos épicos, los discursos altisonantes y las manos inútiles. Dinámicas improductivas que toman inercias imparables y fatídicas en vuestra conducta colectiva.
Los responsables, sólo tenéis palabras para evadir compromisos y blanquear las apariencias. No obstante de vuestras chimeneas mentales salen cintas mecanografiadas, guirnaldas de palabras que lleva el viento en todas las direcciones. Los mensajes son diversos y todos inculpatorios…
  • El poder y el dinero hoy son los versos del alma.
  • Macilentos, ahora se mueven los poderosos sin espíritu.
  • Somos piñones que ruedan fijos hacia el abismo.
  • Los triunfadores están ávidos de ignorancia, colmados de orgullo.
  • Los humillos mentales nos traen el desconsuelo.
  • El trabajo honrado es la quimera de los tontos…
  • Nunca es suficiente...
¡Pienso como un tenor derrotado: en hollín de faringe se devendrá todo!

Percibo un clamor que emana del suelo y cavilo; ¡durante horas pienso…!
¿No será el humo del poder el que me provoca estas alucinaciones? Empiezo a sentirlo como una lombriz fría, a moverse en la sangre como un ácido corrosivo…
Escucho la voz clara, trasparente y fresca, como antaño lo fueron los amaneceres del valle…
-¡Abrid los sentidos, hijos del sueño! Ved cómo se calcinan las pasiones, se escapan por la chimeneas y forman nubes agoreras. Mirad cómo se encienden los poseídos, cómo se consumen en llamas sus verdades eternas. Observad cómo se desamparan los campos y cómo lucen las flores en los jardines colgantes. Mirad las aulas cómo se aprietan en barracones y cómo se construyen grandes socavones en la roca para aparcar máquinas inútiles y vanidades sin límites. Una retahíla de disparates ha quemado la ciudad, ahora sólo quedan las palabras; ¡se ha esfumado la edad de oro! Hay culpables, están ahí ocultos en el silencio, se amparan en el juego eufemístico de los delitos prescritos, esconden sus torpezas debajo de las cortinas, detrás de las deudas intervenidas.
La tierra prometida arde como una bengala! La patria de los sueños se evapora, se despilfarra entre metáforas píricas y renqueantes. El humo delata los desvaríos y la confusión mueve los pensamientos como norma. ¡Mirad, mirad, hijos de la gran noche; la metrópolis humeante es la imagen de vuestro ocaso!

En ella se dan los fermentos alucinados y todos los deseos se pervierten al instante. De sus alcantarillas fluye el vapor de la ilusión y hasta los más diligentes quedan paralizados, ¡hechizados!
Las emanaciones fecales provocan adicción y hacen vislumbrar ensueños, sombras que aparecen como hipótesis alcanzables. De sus efectos quedáis prisioneros, las mentes se colman de humos lacerantes y se mecen en brazos lujuriosos. Se oyen voces en los soportales, a cada instante anuncian que el triunfo espera colmado de algarabía de fiesta y fanfarria jubilosa.
Algunos consiguen el triunfo, muy pocos; ¡muchos se han dejado la moral en ello, en harapos ha quedado impresa! El resto comprueban que están varados y perdidos entre jardines prometidos. Entonces llega el humo revelador, el que purifica el pensamiento y hace ver el engañado.
¡Es la voz del tiempo, se cuela por las rendijas y os anuncia el fin!
En el zaguán se consume el ocaso de los días; es el lugar de espera, la antesala concluyente donde fenecen las presunciones entre vahos nocivos. Así se muestra la ciudad ante el juicio del tiempo; lentamente se deviene en el féretro de la desolación y la glorieta del fracaso.
Mirad con atención los nuevos horizontes: la ciudad de oro es ahora la tobera perforada con el clavo de la locura, el balcón de los deseos frustrados y la chimenea de los humos ultrajantes; ¡no podéis ir a peor!-

¡Será verdad lo que escucho!
Musito medio en sueños; son pensamientos agónicos que me atraviesan el hueso y caen a las manos en forma de bolitas de pan. ¡Confites que devoro al instante!
El mundo es extraño y sus murmullos asombran cada día más; he de preguntar de nuevo para saciarme y no reventar de curiosidad.
Esta vez lo hago a un trozo de pelvis de becerra, casi entera… Estaba exhibiéndose lujuriosa encima del salpicadero de un Mercedes 220 D. ¡Ya un coche de traperos!
-¡Quiméricos…! Fermentáis la mente en la ilusión permanente. Estáis mimetizados en el fracaso, confundidos entre estrategias de mil colores y sois cómplices de la destrucción; ¡solo habláis en verde para limpiaros la cara! Tenéis la convicción de que en la ciudad del humo podréis recrear todas las hipótesis que se puedan formular; ¡sois cándidos y maliciosos! En el fondo actuáis para quemarlo todo…

Enriquecerse hoy sin dejar nada para mañana…  ¡todo, queréis devorarlo todo y no tenéis estómago para tanto!
La ciudad es el escenario creado para dar curso definitivo a la expulsión de la inocencia. La verdad se ha hecho transparente: se acabó aquel sueño y habéis empezado otro. Con los arietes de la razón habéis demolido las leyes naturales nombrada por algunos la “ciudad de Dios” y en su lugar habéis levantado gigantescas columnas de humo, catedrales de la destrucción.
En la huida hacia delante, habéis quemado los vínculos que os unían a la tierra; aquellos lazos os mantenían equidistantes entre lo material y lo espiritual; ¡ahora estáis confundidos entre lindes!

Alentados por un impulso creador, una inercia imparable, perdisteis la inocencia y ganó la codicia del poder. Descubristeis los tesoros, la energía disponible en las bodegas de la tierra y la tomasteis a hurtadillas. Usurpasteis el fuego para disponer de su fuerza y haceros fabricantes de humo. Todas las reservas de la tierra serán pronto una gran humareda entre las nubes, un tsunami de cieno negro lo tapará todo. Un manto esponjoso y fétido cubrirá los cielos; bajo él podréis fenecer de espanto sin el consuelo de un rayo de sol.
Habéis desvelado su poder y revelado sus secretos sin pedir permiso, después lo habéis malgastado sin medir las consecuencias. Todo ha quedado en beneficio de unos pocos…; honorables malnacidos que tendrán que malgastarlo en curarse las úlceras de la mente. Inducidos por Deus ex machina… os habéis precipitado en el abismo para entrar de lleno en el territorio de la creación dislocada y la codicia sin límites. Ahora podéis despejar el vuelo de las almas en aeropuertos fantasmas, airosas campean por las desérticas pistas de vuestros desvaríos. Podéis elevaros ausentes, ingrávidos y macilentos con el humo de la destrucción...-

Aterrorizado: miro la pelvis y lo veo todo borroso, ahumado, impreciso. Por un segundo pienso que exagera un poco… No obstante abro los ojos para que por ellos entren las últimas nubes de estupor. Al final, me llevo la mano a la boca, la tapo para que no se escape el aullido póstumo, un grito que aparece en la garganta en arcadas agónicas. La tapo para que no salga ni un gemido, ni un lamento y así, aislada la mente, se contenga en el silencio para que todo se consuma en los preámbulos de un réquiem fastuoso.

¡Es verdad, ya no me quedan fuerzas para gritar, no hay espacio para la queja!

Afino el oído y me escucho por dentro; con voz retorcida y lejana, me inculpo. Aunque tengo las manos vacías y la espalda quebrada, me inculpo de cobardes complicidades, de ocultaciones intencionadas y de silencios, ¡infinidad de silencios…!

Bajo al taller con la determinación de no ocultar nada; esta vez encuentro víctimas pero no hallo a los inocentes.
Tomo un poco de barro y lo estiro como la masa del pan, hago una plancha fina; la estiro como pasta de hojaldre una y otra vez. ¡Es el soporte para escribir mi último testamento…!
La sociedad del despilfarro ha creado una fisura irreconciliable entre el aliento de la naturaleza, las chimeneas fabriles y los gases contaminantes. Es tan grande el abismo abierto como el que devora los años. Seguramente, en breve nuestros humos también se evaporarán en el aire y todo el pensamiento humano quedará disuelto como queda el vapor del agua
La ciudad del humo sigue impávida, ya sólo se vislumbra una grieta en el telón oscuro del cielo, no sé bien si se trata de un rayo de esperanza o es la herida sangrante de los escándalos del mundo. Sea lo que fuere, bajo sus reflejos yace la obra, aquí la vemos humeante, ¡metáfora de los delitos cometidos…!


Gregorio Bermejo
Tarragona 2012

Ignasi Papell García


Ignasi Papell García 1978


FUM

De fum, boires, passions i amistat.

De fum apassionat, ocasionalment coix,
passió de somriure amable,
d'atenta trucada, d'abraçada sentida.

De fum purificador necessari, de renéixer desitjat
entre dubtes boirosos  i esdevenirs cruents,
malvada contaminació i focs ardents.

De fum i fums esvaïts d'artistes desemmascarats,
deshonestos, no febrils. Entrega incondicional,
mirada a l'ànima, expressió intencionada.

De fum i droga, medicament i mal vici,
de reformulació de vida i cendres escampades,
de mals confessats i secrets revelats, de vi, i de te.

De fum i entorn brut, de progrés tacat,
manifesta no sostenibilitat de mentides corrompudes
i feina a mig fer, de llums i ombres fumades, dolgudes.

De fum amic i perfumat, esperit blanc i silueta modelada,
de pintura amiga i traç reviscolant,
de gust culte, i sentits sensacionals.

De fum, boires, passions i amistat.



Ig
16 gener 2012